Celebrar con ruido
¡Alto, no te vayas aún de finde! Si aguantas mi chapa, me pongo a tu disposición. Razón, al final.
Es mi cumpleaños. 44 años me caen. Diría que como losas pero mentiría. Me gusta tener un día de protagonista, cómo no.
Sí que es cierto que estos días suelen ser mis días más reflexivos. Para quien no me conozca, soy una persona con una intensa consciencia de su mortalidad, quizá porque en cinco años perdí a mi padre, mis suegros, mi abuela y mi madre solo tardó cuatro años más en morirse también. A la vez, nacieron niños, muchos (no todos míos) pero ellos son inmortales y yo no. Yo soy esa a la que las coachs no consiguen hacer que visualice su vida dentro de cinco años. ¿Dónde estaré en cinco años?
Los días cercanos a mi cumpleaños se agudiza esa sensación de dónde estaré la próxima vez. De qué pasará, de qué estragos hará la vida en mi cuerpo y mi mente este año, qué aprenderé, qué será lo que me de ganas de vivir y qué me las quitará. De todo hay cada año.
Celebrar, viajar, f***ar. Acciones que conjuran la angustia, que se llevan el tedio y te ayudan a sonreír. Juntas serían imbatibles.
La última la practicaba con fruición uno de los personajes de Anatomía de Grey para aliviar el dolor de la muerte de su padre. Esos detalles de mi vida os los ahorro. Pero 15 días después de morir mi madre, junté a 15 amigos para celebrar mi cumple en La Latina. Nada grande, nothing fancy. Me costaba mucho sonreír pero ellos me sostuvieron como si fuera de cristal. Diría que hoy también.
Cumplí 40 años en 2019. Preparé un fiestón enorme al que no quería acudir porque me acababan de operar por segunda vez de una rotura de muñeca y estaba escayolada y dolorida, vivía en un pozo negro de ansiedad y angustia por el trabajo y los duelos no cerrados. Pero fui. Y mi familia y mis amigos se acordaron hasta de mis buñuelos (me chiflan y justo me tocan ahora). Cuando 5 meses después, la pandemia nos encerró en casa, me acordé mucho de aquella fiesta y la decisión de ir. Porque ese año ya no hubo más fiestas.
Lo celebro todo. Con ruido, con música y con esos y esas a los que quiero. Si me pillas cerca, igual te invito a un café y un manolito. El caso es brindar con lo que sea.
Un billete sin vuelta (y mi terapeuta) me sacó definitivamente de la espiral negra de mi curro y le dio la vuelta a mi vida. Lo más importante de este viaje no ha sido el destino, que en muchos de los casos ha sido absolutamente casual, sino todo lo que me ha hecho sentir, reflexionar, disfrutar, celebrar… Me ha dado espacio para pensar en la vida que quería tener y por la que quiero trabajar.
Oigo a muchas decir en Instagram que hay que coger las riendas de la vida, hacer lo que tú quieras con ellas y blablabla… Eso no es fácil. Hay que encontrarlas y saber tirar de ellas. Y f***ar, pues depende de tus gustos y tus posibilidades.
Pero lo que sí puedes, todos los días, es celebrar. Celebrar lo pequeño, lo diminuto, esa chispa que te ha disparado media sonrisa: un mensaje, una receta bien hecha, un nudo deshecho, el sueño de un destino nuevo… Que también está muy visto pero resulta que funciona.
Hoy es mi cumple. Y, entre otras cosas esta semana me disparó una sonrisa enorme ver la cantidad de contestaciones a la encuesta que he tenido. Gracias gracias gracias. Sois estupendos.
Pero me recuerda mi amiga Isa que os debo un premio. Y yo os recuerdo que soy lenta cual tortuga marina y que llegará. Mientras, para celebrar que soy un año más vieja pero más guapa y más lista, me pongo a vuestro servicio.
Este es mi correo nuevo del proyecto (noemi@tuviajeporlibre.com) Escribidme durante el fin de semana y preguntadme lo que queráis de ese viaje que tenéis en mente: destinos, itinerarios, tiempos, precios, lo que sea… Aunque probablemente la respuesta os sorprenda, porque lo más importante no es el destino sino lo que tú quieres vivir en él.
Aprovechad, que de esto es de lo que quiero vivir, de conseguirte el viaje de tu vida sea cuál sea el destino y dentro de nada, os cobro por ello.
Un abrazo. Y gracias.
PD1: ¿Habéis visto que logo más guapísimo tiene mi proyecto ahora?
PD2: Y cantar, y bailar, y correr y bajarte una botella de Bayleys/vino/Aperol/loqueguste con amigos porque sí. Y reirse de tontadas. Y descubrir algo nuevo. Y que te besen y te abracen. Todo eso también conjura la muerte. Feliz Halloween